martes, 19 de octubre de 2010

La Rayita de Canela



La “rayita de canela” o churrete es un fenómeno extendido por todo el globo y del universo. Consiste en la aparición de unas extrañas manchas de color marrón en la ropa interior de las personas, y surgen habitualmente tras cagar hacer una cierta actividad fisiológica y no limpiarse bien. En los casos extremos, surge incluso después de haberse limpiado, debido al tamaño del mojón o a la inexperiencia del sujeto en cuanto a tareas limpiativas.

La denominación de raya de canela proviene del enorme parecido entre el color y forma de las manchas, y el posible resultado de aplicar una ráfaga de esta especia sobre nuestra lencería. Cabe destacar que sólo se presenta en hombres, y si se presenta en las mujeres saben disimularlo bastante bien.

En Chile también se le conoce como “Chantada/Frenada de camión”, aúnque a nadie le importe claro está.

Detonantes de la raya de canela:

Esta circunstancia requiere de una serie de pasos previos o ritos que describiremos a continuación. Si es usted tan perverso como para querer provocar este acontecimiento sobre un tercero, siga estos pasos:

1.Localizar un baño cercano para evitar que el tamaño de la raya alcance un tamaño inesperado.

2.Comer algún tipo de judías y/o/u sustancia asemejante, que pueda desencadenar en ingentes cantidades de sana mierda. En caso de no encontrar ninguna, preguntar en la farmacia por laxantes y tomar de tres a doce pastillas de lo que te den. Si te dan laxante en jarabe no seas tonto y no busques las pastillas dentro del bote, que no van a estar.

3.Entrar en el baño, dirigirse hacia el váter y sentarse sobre él. En caso de estar averiado, buscar una ducha o lavabo que pueda cumplir su función.

4.Si queremos retardar la llegada de la raya de canela, bajarnos los pantalones y calzoncillos antes de realizar el noble acto.

5.Defecar con elegancia.

6.Sorprendernos al no encontrar papel higiénico en nuestras cercanías, y buscar alternativas al inminente problema. La más común es sacrificar el calzoncillo para limpiarnos y salir a la calle sin él. Otra opción es utilizar un boleto de autobús mediante manipulación nanotecnológica, tarea la mayoría de las veces insuficiente, sobre todo si andamos de piscolas y el pulso no nos acompaña.

7.Si no hemos sacrificado el calzoncillo (probable) y nos hemos limpiado mal y pronto, ya tenemos el resultado esperado: una enorme malformación benigna color tierra que nos acompañará el resto del día, provocándonos picores, y obligándonos a ajustar constantemente la altura de los gayumbos, para que no roce demasiado el churrete.


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