jueves, 24 de febrero de 2011

BECK The Mongolian Chop Squad


Beck nos narra los comienzos de una banda de rock. El protagonista es un chavo de 14 años sin ninguna afición en concreto, y cuyos gustos musicales se limitan a la música pop japonesa. Un día, tras ayudar a un extraño perro llamado Beck, conoce a su dueño, el cual resulta ser un guitarrista de rock, Minami Ryusuke. Los dos se hacen amigos y empieza a interesarse por la música Rock.

Pocas son las series que una vez empiezo a verlas, tengo que ver un episodio detrás de otro sin parar, y esta, es una de esas series. Beck va sobre todo dirigida a la gente que le guste el rock, si no te gusta este tipo de música, puede que te enganche, aunque no con tanta fuerza.

Pero, ¿Que es lo que engancha tanto? Sin duda puedo decir que uno de los puntos a su favor, es el desarrollo de los personajes. La serie está dividida en varias partes. En la primera, puedes ver como los personajes van construyendo su amistad, en la segunda, ves como el protagonista empieza a tocar la guitarra y poco a poco va cogiendo más y más habilidad y ya en la tercera parte, como empiezan a avanzar con el grupo de música, narrando todos los obstáculos y dificultades que tienen que sobrepasar para llegar a lo más alto. Sin duda, uno tiene la sensación de estar dentro de la serie y ser parte del grupo.

Por supuesto, no puedo pasar sin comentar las canciones que se oyen a lo largo de la serie. A lo largo de la serie lo que más se oye es funk rock, algo cruzado con rap metal, sin duda, a muchos les recordará a grupos como Rage Against the Machine o Red Hot Chili Peppers.

También se llegan a oir hasta canciones al estilo de los Beatles y el jazz tiene una breve aparición en la serie. Las canciones están bien, son pegadizas, pero tampoco son obras maestras, ya que al fin y al cabo es la banda sonora para una serie.

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