martes, 4 de octubre de 2011

Los 7 Pecados que no debes de hacer en Twitter

 
 
1. Convertirse en un twittero fastidioso. A personajes como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Mike Tyson, Shakira, entre otros, se les "perdona todo". A esto se suma que la fama que han logrado también los tiene entre los usuarios de Twitter con más seguidores.

Sin embargo, a pesar de esto, ni siquiera estos famosos saturan a sus seguidores con el envío de mensajes cada 5 minutos avisando hasta que van a entrar al baño. Algo que sí hacen algunos usuarios que no alcanzan ningún grado de fama.

2. Ser un "vurro" de la "hortografía". El título de este error habla por sí solo. La mala ortografía en las redes sociales es una característica de un buen número de usuarios. Sin embargo, hay errores de errores.

En esta red social hay quienes twittean para pensar y no piensan para twittear, y también quienes no se fijan en las normas mínimas de ortografía; de los cientos de casos que podrían servir de ejemplo de errores garrafales, por obvias razones se destacan la de los personajes famosos, a quienes los twitteros no les perdonan una metida de pata.

3. Caer en peleas e insultos. Un solo comentario de cualquier tema en Twitter puede terminar siendo la herramienta perfecta para que los medios de comunicación armen la polémica y no haya marcha atrás en el escándalo desatado.

4. Publicar mensajes contra razas, sexos, nacionalidades… La homosexualidad de Ricky Martin y las pifias con relación a los desastres naturales y las necesidades de los más pobres han dado de qué hablar en Twitter.

Por ejemplo, el director de cine español Ignacio Vigalondo celebró sus 50 mil seguidores de una manera que no gustó para nada a los judíos y en general a su audiencia: “Ahora que tengo más de cincuenta mil followers y me he tomado cuatro vinos podré decir mi mensaje: ¡El holocausto fue un montaje!”.

Aunque el artista explicó que se trataba de una broma y que no es un negacionista, debió afrontar fuertes críticas, perdió su blog en ElPais.com y ha quedado marcado, al menos por un tiempo, como antijudío.

5. Creer –y retwittear– en todo lo que se lee. Una de los mejores usos que se le puede dar a Twitter es usarlo como fuente de información, pues la mayoría de los medios usa la red social para divulgar sus publicaciones.
El problema es que algunos usan Twitter para divulgar información incompleta o falsa –a veces con la mala intención de desinformar, y otras, por los afanes de dar una primicia o de ganar popularidad–. Esto no sería grave si fuera menor la cantidad de usuarios que creen a ciegas en todo lo que leen y "retwittean" información falsa o sin confirmar.

6. Darles pistas a los delincuentes. El lado más oscuro de las redes sociales es el que le dan los criminales. Hay varios ejemplos de personas que han sido víctimas de delitos –incluso, a costa de su propia vida– por no tomarse en serio su seguridad en una red social.

Y aunque Facebook representa un riesgo mayor, pues allí se depositan datos personales que en Twitter no, uno de los principales errores que no debería cometer en Twitter es tomarse a la ligera su seguridad.

Hay varias formas de caer en este error. Una de las más comunes es revelar demasiado en esos 140 caracteres. Nunca es bueno ser excesivamente preciso en una red social cuando se trata de la vida personal.

Por ejemplo, no es inteligente contarle al mundo entero que uno viaja y que la casa estará sola. Tampoco es buena idea revelar detalles personales, como teléfonos y direcciones.

La opción de geolocalización, que permite ubicar geográficamente desde dónde se ha enviado un tweet, es muy atractiva y tiene usos útiles, pero no siempre será segura. La prudencia es la mejor consejera a la hora de decidir cuándo se geolocaliza un tweet y cuándo no.

7. Usar Twitter para lo que no es. Los beneficios de Twitter y de todas las redes sociales como herramientas de comunicación están bien documentados. Twitter ha servido para derrocar dictadores y hasta para perder peso, entre muchas otras cosas positivas.
Sin embargo, hay personas que malinterpretan esos beneficios y piensan que, por ser novedoso, usar las redes sociales es la respuesta para todo.

Twitter, por más veloz que sea, no es más inmediato que hacer una llamada telefónica, especialmente si se requiere ayuda urgente, como de la policía (aunque en casos extremos, un tweet pueda ayudar a que otros sean quienes hagan la llamada).

Tampoco está diseñado como algo que alivia la depresión y los problemas siquiátricos de las personas. Hay varios casos de personas que piden ayuda por medio de una red social pensando que por ello van a recibir la atención o ayuda necesaria.

Aunque existen finales felices, también hay unos demasiado trágicos que dejan en evidencia que hay ayudas que uno no debería pedir bajo el modelo del "crowdsourcing".

Nota tomada de: www.publimetro.com.mx 

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